Junto con los modelos Panamera S E-Hybrid y 918 Spyder, Porsche es el único fabricante de automóviles Premium del mundo que ofrece tres modelos híbridos enchufables. Estos modelos combinan la conducción puramente eléctrica con las ventajas que ofrecen los modernos y eficientes motores de combustión, incluso en trayectos largos, sin tener que preocuparse de la autonomía. Los puntos a su favor más importantes son una excelente eficiencia y, en consecuencia, unas tasas de emisiones muy bajas. Todo ello se consigue manteniendo las prestaciones de conducción típicas de Porsche en los tres modelos.
El 918 Spyder demostró impresionantemente durante su recorrido récord en el Nürburgring en septiembre de 2013 que incluso los superdeportivos alcanzan nuevas dimensiones de rendimiento a través de la técnica híbrida aventajando claramente a los motores convencionales en cuanto a dinámica de conducción y eficiencia se refiere.
El placer de conducción que ofrecen los tres modelos enchufables se debe, en parte, a la inteligente interacción de ambos tipos de propulsión que complementan sus ventajas a la perfección. El motor eléctrico desarrolla su par máximo desde el ralentí escenificando su potencia de forma impresionante a través de su aceleración casi completamente silenciosa. La potencia del motor eléctrico puede sumarse en cualquier momento a la del motor de combustión durante el trayecto a través del denominado modo “Boost”.
Todos los modelos equipan una propulsión deportiva orientada hacia el eje trasero. Mientras que en el Panamera S-E Hybrid se transmite toda la potencia al eje trasero al estilo de los clásicos Gran Turismo, los otros dos modelos disponen de tracción total. El Cayenne S E-Hybrid equipa tracción total permanente con diferencial central autoblocante. El 918 Spyder ofrece un concepto de tracción total único que combina la propulsión de un motor de combustión y un motor eléctrico en el eje trasero y un segundo motor eléctrico en el eje delantero que se desconecta automáticamente a velocidades a partir de 265 km/h.
Técnicamente hablando, los modelos son híbridos combinados en paralelo: uno de los motores eléctricos actúa sobre el tren propulsor junto con el motor de combustión y, como mínimo en un modo de conducción, están disponibles al mismo tiempo el par o las revoluciones de cada uno de los motores. Además, existe la posibilidad de conducir en modo puramente eléctrico.
El alto rendimiento de los motores eléctricos y la gran capacidad de la batería amplían notablemente las posibilidades que ofrece la conducción eléctrica para los tres modelos. Por ejemplo, a través de la autonomía: el Cayenne S E-Hybrid y el Panamera S E-Hybrid ofrecen una autonomía puramente eléctrica de 18 a 36 kilómetros que puede variar en función del estilo de conducción y de las exigencias del trayecto. La autonomía del 918 Spyder, de 16 a 31 kilómetros, es casi idéntica. Además, en comparación con las versiones anteriores del Cayenne y del Panamera sin tecnología enchufable, aumenta la velocidad máxima en modo puramente eléctrico. El Cayenne S E-Hybrid alcanza una velocidad máxima de 125 km/h, el Panamera S E-Hybrid de 135 km/h y el 918 Spyder incluso de 150 km/h. Los tres modelos disponen de la gran ventaja de poder acelerar a tope cuando se conecta adicionalmente el potente motor eléctrico en el modo denominado “Boost”.
A esto se le añade la técnica de carga. La batería de alto voltaje de los tres modelos puede recargarse en cualquier momento conectándola a la red (enchufable) o, alternativamente, durante la marcha a través del motor de combustión.
Los conceptos de propulsión de los modelos Cayenne S E-Hybrid y Panamera S E-Hybrid están estrechamente unidos y orientados a la utilidad cotidiana de los Sport Utility Vehicle (SUV) y Gran Turismo. El 918 Spyder dispone de un concepto individual propio de un superdeportivo. Su singular concepto de propulsión se basa en un motor eléctrico, ubicado en el eje delantero, que genera una tracción frontal ajustable individualmente que ofrece nuevas estrategias de conducción, especialmente en curvas, posibilitando así tomar las curvas a gran velocidad de forma segura. Gracias a esto, el modelo supera las barreras tecnológicas existentes hasta el momento adentrándose en nuevos territorios de dinámica de conducción y movilidad deportiva.
Independientemente del concepto automovilístico del que se trate, los ingenieros de desarrollo de Porsche basan su trabajo en la cooperación y en la base de conocimientos técnicos (know-how) sobre los conceptos híbridos, la propulsión eléctrica y la tecnología enchufable que completan constantemente y a la que siempre recurren para desarrollar los más diversos modelos. La base de conocimientos técnicos recoge los últimos avances realizados con los componentes clave: motor eléctrico, técnica de la batería, electrónica de potencia y software de control. Gracias a esto, todas las áreas se benefician de los trabajos básicos realizados en los diferentes departamentos y, de este modo, se desarrollan soluciones optimizadas exactamente para un modelo determinado.
Uno de los apartados de la amplia base de conocimientos técnicos es la alta tecnología del Porsche 919 Hybrid, el bólido de la clase LMP1 con el que Porsche participa en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC). Este automóvil es un laboratorio de investigación sobre ruedas que sirve para desarrollar la técnica híbrida con el objetivo de obtener la máxima dinámica y eficiencia. Este modelo pone a disposición numerosos conocimientos recogidos en el mundo de la competición automovilística, bajo las condiciones más extremas, que pueden transferirse a los modelos de serie, como viene siendo tradición en Porsche.