Los rasgos distintivos exteriores del Cayenne S E-Hybrid son pinzas portapastillas de color “acidgreen” (verde ácido) y emblemas del mismo color. Las agujas de los instrumentos del salpicadero son también de este llamativo color.

El avance técnico en comparación con el modelo Cayenne S Hybrid anterior es obvio: el nuevo modelo equipa una batería de iones de litio con una capacidad energética de 10,8 kWh (anteriormente: batería de níquel e hidruro metálico de 1,7 kWh) que posibilita una autonomía eléctrica de 18 a 36 kilómetros dependiendo del estilo de conducción y de la topografía del terreno. En muchos casos, esta autonomía cubre en gran parte los desplazamientos diarios sin gasto de carburante ni emisiones de gas. La potencia del motor eléctrico aumenta en más del doble de 34 kW a 70 kW (95 CV). El consumo total es de 3,4 l/100 km en lugar de los 8,2 l/100 km del modelo anterior, lo que se corresponde con una tasas de emisiones de CO2 de 79 g/km (modelos anteriores: 193 g/km.

El tren propulsor del Cayenne S E-Hybrid es una versión adaptada del acreditado tren propulsor del Panamera S E-Hybrid y, como tal, posibilita la dosificación selectiva de la distribución de la fuerza del motor eléctrico y la conexión del motor de combustión a través del acelerador con un punto de contacto. La potencia total del motor V6 sobrealimentado de 3 litros y del motor eléctrico de 416 CV y el par máximo total de 590 Nm le proporcionan al nuevo modelo unas prestaciones de conducción similares a las de los deportivos: sprint de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y velocidad máxima de 243 km/h. La velocidad eléctrica máxima es de 125 km/h. El Cayenne S E-Hybrid dispone de la app de serie “Porsche Car Connect”: a través del Smartphone pueden consultarse, por ejemplo, los datos del estado de carga y la eficiencia energética o controlar el climatizador auxiliar opcional que enfría o calienta el interior del automóvil para ir templándolo cuando está apagado y conectado a la red eléctrica. De este modo no se gasta energía durante el trayecto aumentando así la autonomía eléctrica.

Detalles para un concepto híbrido enchufable perfecto

La batería de iones de litio dispone de la misma carcasa que la del Panamera S E-Hybrid y, del mismo modo, se ha ubicado también en el suelo del maletero. Sin embargo, la batería del Cayenne S E-Hybrid dispone de celdas con una capacidad mayor de 28 Ah en lugar de los 24,5 Ah del Panamera.

El automóvil equipa de serie un cargador de 3,6 kW. Opcionalmente puede adquirirse un cargador integrado con una potencia de 7,2 kW que carga la batería del Cayenne S E-Hybrid dos veces más rápido que el cargador de serie (suponiendo que se haya enchufado a una toma de corriente adecuada). En Alemania, por ejemplo, la batería tarda en cargarse menos de una hora y media en lugar de las tres horas convencionales.

Un detalle especial es el depósito de combustible a presión del Cayenne S E-Hybrid. Una ligera sobrepresión de 0,3 bar impide que los gases que emite el combustible salgan al exterior mejorando así la tasa de emisiones. Durante el repostaje, se libera la presión del depósito mediante el botón de desbloqueo de la tapa del depósito y se neutraliza el gas combustible a través de un filtro de carbón activo. Naturalmente, el Cayenne S E-Hybrid cumple la norma de emisiones de gas europea Euro 6.

Alta competencia híbrida de Porsche

Porsche es el fabricante líder de híbridos Premium. El Panamera S E-Hybrid estableció referentes como primer vehículo enchufable de la gama de lujo en su lanzamiento al mercado en junio de 2013. El Cayenne S E-Hybrid transfiere ahora esta innovadora técnica al segmento de los SUV Premium. El 918 Spyder demostró impresionantemente durante su recorrido récord en el Nürburgring en septiembre de 2013 que, incluso los superdeportivos alcanzan nuevas dimensiones de rendimiento a través de la técnica híbrida aventajando claramente a los motores convencionales en cuanto a dinámica de conducción y eficiencia se refiere.

Por esta razón, el 919 Hybrid desempeñará un papel pionero como vehículo de alta tecnología participando en el Campeonato del Mundo de Enduro WEC como bólido de la clase LMP1 de Porsche. Este automóvil es un laboratorio de investigación sobre ruedas que sirve para desarrollar la técnica híbrida con el objetivo de obtener la máxima dinámica y eficiencia. Su sistema de propulsión combina un motor de gasolina sobrealimentado V4, de tracción trasera, con dos sistemas de recuperación de la energía. Adicionalmente a la recuperación de la energía de frenado, el generador, accionado a través del flujo de gases de escape, genera energía eléctrica adicional que se acumula en la batería de iones de litio refrigerada por agua y se transfiere al motor eléctrico durante la aceleración. El motor eléctrico propulsa las ruedas delanteras a través de un diferencial. Gracias a esto, el 919 Hybrid dispone, temporalmente, de tracción total. La adaptación de todos los componentes de propulsión con el objetivo de conducir en el circuito de carreras de forma absolutamente previsible cada segundo y con la máxima precisión y velocidad de conducción es una tarea extremadamente compleja. Independientemente de los resultados que se obtengan en las carreras, Porsche aprovecha los conocimientos y la experiencia recogida con el 919 en cada kilómetro del circuito contribuyendo así a que las futuras generaciones de deportivos Porsche puedan aventajar a la competencia.

El primer vehículo híbrido del mundo también era un Porsche. El Lohner Porsche del año 1899, construido por Ferdinand Porsche, combinaba una batería eléctrica con un motor de combustión.