El modo "E-Power" posibilita un modo de conducción puramente eléctrico en la medida posible y se encuentra activado de forma estándar de tal modo que cada recorrido puede iniciarse en modo puramente eléctrico, siempre y cuando la batería esté suficientemente cargada.
Cuando se desactiva el modo “E-Power”, la estrategia de la batería cambia al modo “Hybrid”, diseñado para alcanzar la máxima eficiencia realizando cambios automáticos entre los modos eléctrico, híbrido con desplazamiento del punto de carga, navegación “a vela”, recuperación y “Boost”. Básicamente, el motor de seis cilindros se conecta antes en el modo “Hybrid” para preservar la densidad energética disponible de la batería para las fases de conducción eléctricas posteriores. Además, la desactivación del modo “E-Power” mantiene constante el estado de carga actual de la batería de alto voltaje (en la medida posible) con el fin de preservar la autonomía eléctrica para la próxima etapa en ciudad.
La pulsación de la tecla “Sport” activa el modo “Sport” y con ello el rendimiento potencial total del sistema de propulsión híbrido. En el modo “Boost” se hace tangible el carácter deportivo de los modelos Cayenne S E-Hybrid y Panamera S E-Hybrid. El motor de combustión y el motor eléctrico trabajan juntos a partir de una posición del acelerador del 80% y suman su potencia y sus pares creando el típico placer de conducción de Porsche.
El modo “E-Charge” sirve para cargar la batería de alto voltaje eficientemente durante la marcha. De este modo, es posible disponer de la autonomía total en el modo de conducción eléctrico. En el modo “E-Charge”, el motor eléctrico funciona como generador creando una carga adicional que permite trabajar al motor de combustión en ámbitos operacionales especialmente eficientes. Durante el proceso de carga mediante el motor de combustión, por ejemplo, en largos trayectos por la autopista, el Cayenne S E-Hybrid y el Panamera S E-Hybrid exprimen más energía de cada gota de combustible que, seguidamente, se almacena en la batería de alto voltaje que estará a disposición posteriormente para la conducción con cero emisiones.
El sistema de frenos recupera la energía de frenado que, normalmente se pierde, a través del sistema de recuperación y la almacena en la batería de alto voltaje. Dependiendo de la fuerza con la que el conductor pisa el pedal de freno se conecta, en primer lugar, la función de generador del motor eléctrico hasta la carga máxima posible y, seguidamente, se sobrepone el freno.
El sistema de gestión híbrido coordina la interacción entre el motor de combustión, el motor eléctrico con embrague de desacoplamiento y la caja de cambios. Asimismo, controla las condiciones del sistema de alta tensión, por ejemplo, la temperatura y el estado de carga de la batería de iones de litio. El sistema de gestión de la batería, que está en contacto permanente con el sistema de gestión híbrido, “vigila” la batería constantemente.