Porsche · Dossier de prensa digital

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Nexo familiar: el 911 y sus hermanos
Nexo familiar: el 911 y sus hermanos
El Porsche 911 es el eje central alrededor del que giran todos los demás modelos de la gama Porsche. Sus 50 años de éxitos han convertido al modelo original en una muestra genética. Cada Porsche guarda en sí mismo un pedacito del modelo 911. Todas las gamas y modelos de Porsche se orientan, sin excepción, al icono, tanto en el diseño, como en la técnica, la deportividad y la utilidad cotidiana. El exterior se caracteriza por elementos de diseño inconfundibles, con un gran nivel de reconocimiento, que reflejan los orígenes del modelo. El interior se reconoce por las eficientes soluciones técnicas de las que el Porsche 911 ha sido precursor. Como es natural, también son originarias la sensación de conducir deportiva y su aptitud como modelo de carreras y como modelo con utilidad cotidiana que se puede encontrar de diferente manera en cada Porsche y que, sin embargo, sigue siendo siempre auténtica para la marca.

Una de las peculiaridades únicas en el mundo del 911 es la constancia con la que Porsche aplica, de forma ejemplar, los valores de la marca: deportividad y juego limpio, en lugar de provocadora agresividad, tanto en los circuitos como en el tráfico diario – una reputación que le ha otorgado gran aceptación social. Cada vez que Porsche lanza un nuevo modelo, lo hace siempre con el mayor cuidado para seguir manteniendo esta aceptación social. El resultado son vehículos que, en sus mercados, ocupan posiciones individuales siéndole fiel, al mismo tiempo, a la idea de Porsche.

El Porsche 911 es el padrino inconfundible del diseño de cada Porsche del programa de modelos actual. Dos de los detalles comunes de cada Porsche son las lisas superficies frontales y el rebajamiento del capó en relación con los guardabarros, que siempre son más altos. En lugar de la parrilla, el Porsche 911 integra entradas de aire. El musculoso y conciso guardabarros de diseño “Coke bottle Line” es un elemento común de todos los modelos, así como las juntas convergentes en forma de "V" del frontal y la zaga y la gráfica de los faros traseros que acentúan la forma de los guardabarros traseros. La interacción de superficies cóncavas y convexas, conocido elemento de diseño típico de Porsche, se desarrolla individualmente para cada nuevo modelo, a menudo, llegando incluso al límite de la factibilidad técnica. Sin necesidad de ofrecer modernos, pero efímeros elementos estilísticos, el diseño de los automóviles Porsche despierta fuertes emociones en el observador desde el primer momento en el que posa en él su mirada: los propietarios del modelo desean lavar a mano su Porsche, aunque esté limpio, simplemente para poder experimentar su formas intensamente.

Genes técnicos: apto para el deporte del motor y la vida cotidiana

Los genes técnicos del 911, presentes en todos los modelos Porsche, son también especialmente individuales. Durante los 50 años de su desarrollo, el 911 ha venido cultivando, como ningún otro deportivo en el mundo, su margen extremadamente amplio entre la aptitud para los circuitos y la fiabilidad en la vida cotidiana. El 911 ha sido siempre un ejemplo de eficiencia introduciendo, asimismo, soluciones técnicas en el mercado que han logrado establecerse a largo plazo.

El legado técnico más famoso del 911 se ubica delante del eje trasero de los modelos Boxster y Cayman: el motor bóxer de seis cilindros que combina un equilibrio estático de la masa, es decir, suavidad de marcha, con un bajísimo centro de gravedad sin precedentes. Los biplaza equipan dos motores individuales con diferentes cilindradas, rendimiento y ajustes. Sin embargo, el concepto procede del 911: las bases son tiempos de ignición variables y una carrera de la válvula conmutable – sistema denominado VarioCam Plus – así como la inyección directa de gasolina. Las transferencias tecnológicas más recientes son la recuperación de la red de a abordo, la gestión térmica de agua de refrigeración controlada por campo característico y la función de “Auto Start/Stop”. La ubicación como motor central se remonta incluso a los orígenes de la marca: el antecesor de todos los deportivos Porsche, el Porsche N° 1 de 1948, era un biplaza con motor bóxer ubicado delante del eje trasero.

No sólo el motor, sino también la caja de cambios y los componentes del chasis del Boxster y del Cayman son derivados muy cercanos al actual 911. Gracias a esto, tanto el Roadster como el Coupé deportivo disponen ahora de la función de desplazamiento "a vela”, es decir, la marcha por inercia con el motor al ralentí.

Incluso la carrocería es también una obra de arte, a pesar de todas las diferencias existentes entre el motor central del biplaza y el motor trasero del 911 Carrera de cuatro plazas, que aprovecha las ventajas que ofrece el actual 911: la carrocería de construcción ligera del Cayman está compuesta por un 44% de aluminio. El concepto de qué material se aplica en qué lugar óptimo procede del desarrollo de la generación actual del 911 Carrera. La construcción ligera inteligente ha sido siempre una característica clave del 911 – y de cada Porsche. Este principio es el responsable de que, desde hace 50 años, el Porsche 911 sea más rápido que otros competidores más fuertes que él, a pesar de equipar motores de menor potencia.

Componentes y concepto: el Porsche 911 sienta numerosos precedentes

El 911 es el padrino de todos los modelos Porsche en cuanto al concepto y a los componentes se refiere. En lugar de aplicar tecnologías con efecto a corto plazo, Porsche apuesta más bien por tecnologías a largo plazo – siempre y cuando estén preparadas para ello. No existe ningún otro fabricante de automóviles en el mundo que trabaje a largo plazo de forma tan consecuente con la sobrealimentación a través de los turbocargadores como Porsche. En los años 70 y 80, cada vez que se pronunciaba la palabra ‘Turbo’, se hacía referencia al Porsche 911 Turbo. De ello surgió un modelo ejemplar de Downsizing en la construcción de motores: el 2,8 litros del Porsche 959. Hoy en día, la sobrealimentación es la solución óptima para ahorrar peso y reducir las tasas de consumo. El ejemplo demuestra también que la mejora de la eficiencia en Porsche, es sinónimo de mejora del rendimiento. De este modo, los motores turbo con el Know How del 911, propulsan los modelos exclusivos Cayenne y Panamera estableciendo referentes en los segmentos del mercado correspondientes.

Los atributos que hicieron que el Porsche 911 haya obtenido éxitos durante 50 años siguen siendo adoptados por otras gamas de modelos Porsche de modo muy individual. Deportividad y utilidad cotidiana, innovación y rendimiento son características que el Cayenne ha introducido en el segmento de los SUV y el Panamera en el segmento del Gran Turismo. Al igual que el 911, estos modelos ofrecen la solución ideal en el momento ideal. El Cayenne S Hybrid no era el único automóvil híbrido de este segmento, sin embargo, el Porsche equipado con dos motores sigue siendo el modelo más vendido hoy en día. El diseño, el perfil y la silueta son algunos de los rasgos distintivos que le aseguran a la Panamera una posición individual en el segmento de mercado. El Panamera, diseñado como deportivo de cuatro puertas para los viajes, reúne muchas ventajas típicas de Porsche: la deportiva dinámica de conducción, un amplio interior variable y el excelente confort de conducción típico del Gran Turismo.

Además, existe otra característica que todos los modelos Porsche han adquirido del 911: la clara y estructurada ergonomía de un deportivo – los conductores de Porsche se orientan instintivamente de inmediato en los interiores de los diferentes modelos de cada gama. Esto garantiza las mejores condiciones para experimentar la sensación de conducción Porsche de forma tan individual como la que ofrecen las diferentes gamas. Existe un elemento que es, desde siempre, un distintivo de la marca Porsche: la llave de contacto se sitúa siempre a la izquierda de la columna de dirección. Este es un detalle que también se encuentra en cada Porsche.

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