De este modo, el inyector, que ahora se ubica en una posición central, mejora la combustión que repercute inmediatamente en el consumo y la calidad de los gases de escape. Dos bombas de alimentación de combustible –una por cada banco de cilindros–posibilitan la inyección directa de gasolina con una presión del sistema de hasta 250 bar. Adicionalmente, es posible controlar el cambio de gases de manera más precisa a través de la aplicación del árbol de levas de escape variable. En el área de la admisión, Porsche sigue confiando en el acreditado sistema VarioCam Plus que adapta de forma variable tanto la carrera de la válvula, como los tiempos de apertura. Otra de las ventajas del control de válvulas de baja fricción adaptativo en ambos lados es el comportamiento de respuesta del motor turbo que, a bajas revoluciones, puede adaptarse de forma más precisa a la espontaneidad deportiva típica de Porsche.
Los ingenieros consiguieron reducir la fricción, y con ello el consumo de combustible y aceite, a través del nuevo revestimiento del camino de rodadura consistente en la aplicación de una capa de hierro a las superficies de los cilindros mediante un chorro de plasma. De acuerdo con la tradición, la construcción ligera sigue representando un papel principal en la construcción de la unidad propulsora. El resultado es una reducción del peso del cárter del cigüeñal de aluminio en 1,5 kilos a través de una construcción ligera detallada. El nuevo cárter de aceite de plástico es incluso dos kilos más ligero que el de los modelos anteriores.