En 1997, la gama 996, no sólo introdujo, por primera vez, motores refrigerados por agua, sino también un nuevo diseño de la carrocería. La línea del techo, con un parabrisas cinco grados más plano, se mostraba más fluida en la perspectiva lateral. Además, el cuerpo del automóvil se alisó, en general, por ejemplo, a través de un número menor de fisuras y ventanillas completamente integradas al ras en la carrocería.
El conjunto de todas las medidas adoptadas se traduce en un coeficiente aerodinámico de resistencia de 0,30 (como característica funcional) – el coeficiente de la gama 993 era de 0,34. Los dos retrovisores no se ubicaban en la puerta, como era el caso del modelo anterior, sino que se montaron en las ventanas laterales triangulares. El Cabriolet ofrecía una capota de metal ligero de serie del color de la carrocería, con un peso de sólo 33 kilos, que podía ser montada y desmontada fácilmente por dos personas. En 2001 se llevó a cabo un profundo perfeccionamiento del diseño de la carrocería del 911 Turbo. Las diferencias más importantes con los modelos del tipo Carrera eran revestimientos del frontal y de la zaga diferentes, un alerón trasero con ala móvil y canales de admisión hacia el enfriador del aire. Los guardabarros delanteros se ensancharon para poder integrar los faros bi-xenón. El alerón trasero extensible del Turbo era un elemento de desarrollo completamente nuevo que, a grandes velocidades, ejercía una gran influencia en la aerodinámica del automóvil y, con ello, en la estabilidad de conducción. El alerón trasero se componía de dos alas superpuestas que, a velocidades de 120 km/h permanecían juntas, pero a velocidades superiores se elevaba el ala superior en 65 mm a través de un elemento hidráulico. A una velocidad inferior a 60 km/h, el ala volvía a la posición inicial. En el año del modelo 2002, la gama 996 obtuvo nuevos faros y, con ello, un frontal ligeramente rediseñado, inclusive el guardabarros delantero.
En el año 2004 debutó una generación completamente nueva del 911 en forma de la gama 997. Uno de los rasgos característicos de esta gama eran los faros principales ovalados. A gran distancia, los faros parecían ser casi redondos acercando el 911 una vez más al diseño del 911 original. Junto con la luz de conducción, detrás de la pantalla de plástico nítido de los faros se integraban también la luz de posición, la luz antiniebla y la de los intermitentes, característica que le confería al frontal del automóvil un aspecto claramente estructurado y ordenado. El túnel aerodinámico fue una herramienta muy importante para el desarrollo de la gama 997. Todas las medidas aerodinámicas adoptadas resultaron en un coeficiente aerodinámico de resistencia de 0,28 – el valor más bajo jamás medido para un automóvil de serie de Porsche hasta el momento.