En 1996, el equipo de la marca regresa al deporte de alta competición con un espectacular coche de carreras GT basado en el 911. El 911 GT1 es el primer Porsche 911 equipado con motor central que, además, es refrigerado por agua. El seis cilindros de 3,2 litros con dos turbocompresores alcanza una potencia de aproximadamente 600 CV (441 kW) con los limitadores del volumen de aire prescrito por el reglamento. Mientras que el tren delantero se corresponde, parcialmente, con el modelo 993, la zaga es una construcción de bastidor.
La carrocería está fabricada con fibras de carbono Kevlar. El coche de carreras, con un peso de 1.050 kilos, consigue imponerse a los prototipos alcanzando el segundo y tercer puesto en "Le Mans". La victoria en la categoría la consigue claramente Porsche. Un año más tarde, Porsche vuelve a participar en la competición con el 911 GT 1 Evolution. Los coches de carreras se caracterizan por una aerodinámica y gestión del motor optimizadas, así como por un chasis perfeccionado. Poco antes de alcanzar la meta fallan ambos GT1 Evo. En las participaciones posteriores en el Campeonato FIA GT, el automóvil dispone del primer cambio secuencial equipado en un coche de carreras basado en el 911.
Los clientes obtienen éxito también en 1996 con el 911 GT2 logrando alzarse con la victoria en su categoría en Le Mans, Daytona y Sebring. Los equipos de Porsche y los pilotos logran la victoria también en la SCCA World Challenge y en el campeonato de recorridos largos BPR. En 1997, los equipos de clientes defienden los títulos conseguidos en los años anteriores con el 911 GT2, el 911 GT2 Evo y el 911 GT1.
En 1998 había llegado el momento: el equipo de Porsche consiguió una doble victoria en Le Mans, justamente cuando la marca cumplía su 50 aniversario, con un 911 GT1 profundamente modificado – primer coche de carreras Porsche con un monocasco de fibras de carbono. Los clientes de todo el mundo continuaron el camino de éxitos con el GT2 y el GT1 Evo. Algunos de los premios más importantes fueron las victorias conseguidas en las categorías GT1 y GT2 en Daytona y la victoria GT2 en Sebring. El equipo de la marca puso el broche de oro a la temporada logrando alcanzar el segundo puesto en la categoría de equipos en el Campeonato FIA GT1.
El nuevo 911 GT3 R, equipado con un motor completamente refrigerado por agua, participa en Le Mans en 1999. El Boxer de 3,6 litros y 415 CV (305 kW) consigue ganar el título en su categoría con un equipo privado apoyado por el equipo de la marca. En la categoría GT, cercana a la serie, del campeonato American Le Mans Series (ALMS), los clientes de Porsche, apoyados por el equipo de la marca, logran ganar diez campeonatos de pilotos y ocho de equipos entre 1999 y 2010 con las versiones de carreras GT3 R, RS (a partir de 2002) y el potente GT3 RSR (a partir de 2004) de 455 CV (335 kW). El GT3 también logra alzarse con la victoria repetidas veces en el GrandAm norteamericano. Los pilotos de Porsche consiguen ganar siete títulos en la categoría de pilotos, seis títulos en la categoría de equipos y ocho títulos en la categoría de fabricantes en 1999. Los clientes de Porsche obtienen éxitos similares en el campeonato FIA GT y en diferentes campeonatos nacionales.
Tras el exitoso debut en 1999 en Le Mans, le siguen otras ocho victorias en la categoría del GT3 R, RS y RSR hasta 2010 que consiguieron imponerse a los competidores más fuertes. En 2003, en Daytona, un 911 GT3 RS repite el golpe maestro de 1973 en una carrera de 24 horas: el Porsche, cercano a la serie, consigue ganar nuevamente a los prototipos. El 911 GT3 demuestra su potencial en el Nürburgring, el circuito de carreras más exigente del mundo, en el que Porsche consigue cuatro victorias consecutivas de 2006 (GT3 MR) a 2009 (todos los GT3 RSR). En 2011 vencía el plazo para lograr la última victoria de un 911 GT3 RSR en el “infierno verde”.