El moderno clásico
Un gran número de expertos predecían el fin de una era cuando, en 1988, Porsche presentó el 911 Carrera 4 (Tipo 964) . Tras 15 años perfeccionando el 911 (en un 85%), Porsche era capaz de ofrecer un moderno y futurista automóvil. El motor bóxer de 3,6 litros, refrigerado por aire, ofrecía una potencia de 250 CV. El exterior del 964 se diferencia del modelo anterior, principalmente, por su parachoques PU aerodinámico y el alerón trasero eléctrico; técnicamente hablando, sin embargo, eran casi completamente diferentes. El nuevo modelo no sólo entusiasmaba por sus valores deportivos, sino también por su confort de conducción. El conductor disponía de ABS, Tiptronic, dirección asistida y airbags. Además, el 911 equipa un chasis completamente nuevo con brazos oscilantes de metal ligero y resortes helicoidales en lugar de la venerable suspensión en barras de torsión. Casi revolucionario: el nuevo 911 se ofrecía como versión Carrera 4, por primera vez, con tracción total. El Carrera 2 con propulsión trasera llegó al mercado medio año después. Junto con las variantes Carrera Coupé, Cabriolet y Targa, los clientes pudieron adquirir también el 964 Turbo a partir de 1990. El Turbo, equipado primeramente con el probado motor bóxer de 3,3 litros, adquiere, en 1992, un potente motor de 3,6 litros y 360 CV de potencia. Los modelos 911 Carrera RS, 911 Turbo S y 911 Carrera 2 Speedster son modelos especialmente codiciados por los coleccionistas.