Último modelo refrigerado por aire
Este 911, con el código interno 993, es hasta hoy, el “gran amor” de los conductores de modelos Porsche. Esto se debe, en gran parte, a su bellísimo diseño. Los parachoques integrados acentuaban la expresión armónica que ofrecía este modelo. La sustitución de los faros redondos por faros de tipo polielipsoidal contribuyó a que el frontal fuera más plano que el de los modelos anteriores. Además, el 993 fue considerado como un automóvil especialmente perfeccionado y fiable. El 911 era, asimismo, extraordinariamente ágil, ya que, por primera vez, equipaba un chasis de aluminio de nuevo diseño. La variante Turbo se equipaba, también por primera vez, con un motor biturbo que, en 1995, se convirtió en el motor para automóviles de serie más limpio del mundo. Otra de las innovaciones de la versión Turbo con tracción total eran los radios huecos de las llantas de aluminio, utilizadas por primera vez en la industria automovilística. Porsche diseñó el modelo 911 GT2 especialmente para los aficionados a los rápidos deportivos. Una de las novedades del 911 Targa era el techo de cristal eléctrico que se recogía detrás de la luneta trasera. La razón más importante por la que los entusiastas del Porsche de “hierro fundido” siguen apreciando el 993 hasta hoy es que la versión fabricada desde 1993 hasta 1998 es la última versión del 911 que equipaba un motor refrigerado por aire.