Clásico y moderno
En julio de 2004, Porsche presentó otra generación del 911, denominada internamente gama 997, con los Tipos Carrera y 911 Carrera S. Sus faros delanteros ovalados de cristal claro con luces adicionales en el frontal enlazaban nuevamente con el diseño tradicional del 911. El 997 no sólo convencía por su diseño, sino también por sus prestaciones de conducción: el motor bóxer de 3,6 litros del Carrera desarrollaba una potencia de 325 CV; el 3,8 litros del Carrera S, llegaba incluso a los 355 CV. Otro de los elementos perfeccionados profundamente fue el chasis que, en el Carrera S, se ofrecía de serie con la gestión ‘Porsche Active Suspension Management’. En 2006, Porsche presentó un 911 Turbo que, por primera vez en un automóvil de serie con motor de gasolina, disponía de un turbosobrealimentador con geometría de turbina variable. Tras el facelift realizado en 2008, el 997 aumentó su eficiencia gracias a la inyección directa de gasolina y al cambio automático de doble embrague. Nunca antes un 911 consideró la individualidad del conductor en esta medida. Carrera, Targa, Cabriolet, tracción trasera y tracción total, Turbo, GTS, modelos especiales y versiones de calle de los coches de carreras de la gama GT – la familia del 911 ofrecía 24 variantes.